martes, 22 de septiembre de 2009

Carta de un ''sin nombre''


Me llamo Manuel, y tantos como yo, vivo en la absoluta miseria, paseo por las calles de Madrid con mi carro y mis mantas, escucho conversar a la gente y alguien de vez en cuando se para a hacer lo mismo conmigo, aunque muchas veces solo vengan niños malcriados sin ningún respeto a tirarme piedras y escupirme, ¿Qué valores se les estan enseñando a los niños hoy en día?.

Vivo de la limosna de la gente aunque ami no me gusta pedir, según los días, hay alguien que me da una hamburguesa o un bocadillo, pero ¿De que sirve un bocadillo si no tengo ganas ni de respirar?, nací en un barrio humilde de Madrid, mi padre un asiduo al Burdel y mi madre una asidua al Bar no se tomaron muy enserio mi educación, todo lo que se lo se gracias a escuchar las conversaciones de la gente y de los libros que se amontonan en la basura corroídos por el uso, algunos nuevos impolutos libros de texto de los estudios de los chavales de la zona me permitieron saber a no olvidar, contar, leer, y escribir como lo hago ahora, mi padre murió cuando yo tenía 14 años de una fuerte cirrosis, sin educación me convertí en el cabeza de familia, tuve que aprender a torear entre comillas las envestidas de mi madre, que casi siempre me insultaba al no traer suficiente dinero para comer o mejor dicho para sus malos hábitos, cuando cumplí los 18 años mi madre falleció de una grave y dolorosa enfermedad, me tuve que quedar cuidándola todos los días hasta el día en que me quede solo.

Me quede solo y a la vez muerto de miedo, tenía 18 años, no sabía contar ni escribir y pocos trabajos podía desempeñar yo, encontré uno arreglando bicis en Alcalá, era el año 1949 cuando conseguí mi primer trabajo en Madrid, me hice jefe de ese negocio de arreglos de bicicleta me permitió ahorrar para comprarme libros de aquel entonces pero la posguerra era tan feroz que la gente tenía miedo hasta de salir de sus casas, la segunda guerra mundial había terminado, pero el fin de la España rica y llena de libertad había comenzado, había comenzado el fin..

La vida tan mala que lleve sin estudios ni siquiera los primarios hicieron que en 1990 empezara a mendigar, llevo ya casi 20 años mendigando de un lado para otro, escuchando a la gente, ¿Qué sabrá la gente, de lo que es la vida?, me divierte ver a los niños jugar en los parques, pero cuando me acerco sus madres lo alejan de mí, escucho a la gente joven reivindicarse en contra del gobierno, ay pobres,, ellos no saben lo que sufrimos los españoles, a ellos se lo dimos todo hecho y ahora ellos están perdidos y se creen que esto que tienen si no les gusta se ha de cambiar, ¿La crisis económica?, la verdadera crisis es no tener nada para alimentar a tu familia o para alimentarte tu, la verdadera crisis es tener que vagabundear porque ya eres un estorbo dentro de esta sociedad capitalista y con falta de ideas sociales, la verdadera crisis es la del alma, la de la esperanza, perder la esperanza por vivir como yo, por eso le digo a esta gente que habla de la crisis, que ya se saldrá pero yo como muchos más solo nos salva... la muerte.

Septiembre de 2009.

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