domingo, 11 de septiembre de 2011

Siempre en nuestra memoria.


Un día cualquiera en un año cualquiera, en el trabajo era una mañana movida, llevar los informes del último prototipo de anuncio para nuestra empresa, casi un año de trabajo, pensando en posibles ideas, ultimando hasta el mínimo detalle, un aumento de salario sería lo mejor para mí y para mi familia, me reúno con mi jefe, son las 8.20, le pongo encima de la mesa unas 200 páginas de mi informe y un pen-drive, en el cual está expuesto mi idea de lo más realista.


Después de una charla intensa de 15 minutos con él, decide ascenderme a jefe de equipo, cobrando 300 dólares más, me dispongo a sentarme en mi cubículo, uno de los muchos que allí trabajábamos, mi sonrisa alertaba a todos mis compañeros que me felicitaban por el ascenso, sabían que mi familia lo necesitaba, imaginaba la sonrisa de Megan y Kevin al recibir la noticia, mi mujer me besaría y mi hijo se sentiría orgulloso del padre que había estado un año alejado de su vida.


Eran las 8.43, un ambiente cualquiera en un día cualquiera, empiezo a pensar en mi familia, recuerdos que se iban sucediendo sin yo saber porque, sensación extraña en un momento en el que todo aparentemente se quedó parado, las 8.46, un gran estruendo azotó todo el edificio, todos caímos al suelo, no entendíamos nada, los ordenadores se apagaron, que estaba pasando, no sabíamos nada. Mi jefe, con la muerte reflejada en el rostro salió de su despacho, algo ha impactado contra la torre norte, sea lo que sea era grandioso, no entendíamos nada, algunos lloraban llamando a sus familias, otros como yo, intentaban explicarme a mí mismo que estaba pasando.


Cuando el miembro de la seguridad del edificio estaba en nuestra planta, en su Walkie se escucharon órdenes directas, indicaciones que nosotros no entendíamos, nos acercamos todos hacía el. Cuando el agente hubo terminado de hablar con sus superiores, el miedo en su rostro, el pavor que se reflejaba en su juvenil cara era demoledor, algunos empezaron a gritar : Vamos a morir!!, otros simplemente sollozaban, algunos pensaban en amigos o incluso familiares, las lágrimas del agente nos hizo pensar lo peor, un avión ha impactado contra la torre norte, se desconoce quién ha sido y como ha sucedido, eran las 8.56.


Todo estaba parado, nadie sabíamos que hacer, algunos bajaban por las escaleras, un fallo eléctrico nos impedía bajar por el ascensor, otros decidimos quedarnos con el agente, era mejor esperar, mis compañeros no entendían nada, en ese mismo instante mi esposa llamaba a mi móvil, '' Richard!!! ¿Estás bien?, Oh dios mío! la torre norte está destrozada, está saliendo mucho humo, Richard! vuelve a casa te lo suplico, vuelve a casa!!!'', acto seguido después de sosegar a mi esposa, el juvenil agente me dijo que mejor colgara, así hice refugiándome en un pensamiento que me abrumaba, las órdenes eran claras, hasta no saber que pasaba mejor no movernos del edificio, eran las 9.05.


Todo pasaba despacio, otra sensación como la anterior, solo dos minutos más tarde un fuerte estruendo azotó nuestro edificio, caímos al suelo, nos temíamos lo peor, otro avión, otro más, gente que se tiraba por las plantas superiores de nuestro edificio, gente desesperaba sin ningún tipo de esperanza, yo sí la tenía, Mike, ver la sonrisa de mi muchacho, se me escapan las lágrimas nada más de pensar una vida sin él, el jovial agente, asustado, terminó con su vida de la manera más rápida, cogió su arma reglamentaria y la hizo estallar, un joven de tan solo 20 años, acabado de salir de la academia, esa imagen era espantosa, mi jefe, con 60 años a sus espaldas, decidió acabar con su vida saltando desde el edificio hacía el vacío, solo me dijo una cosa, si nos vemos recuérdame que eres como un hijo.


Todo sucedía muy rápido, los móviles no funcionaban, y una sensación extraña en lo más profundo de mi ser, ¿ Que hacer?. En ese momento, mi antigua ex, que trabajaba en mi misma empresa, me miró, sonrió y saltó, era solo un simple cuerpo, a merced del viento y la gravedad, un simple papel manipulado con total placer. Me dispuse a mandar un SMS a mi familia, '' Querida Megan, sí lees esto yo estaré ya contigo para siempre, cuidaos mucho, disfrutad de la naturaleza, disfrutad de la vida y de lo que nuestra familia nos ha regalado con crearnos, Te Amo preciosa, y para tí Mike, piensa en tu padre, como un gran héroe que luchó por vivir hasta el último aliento de vida, Te quiero pequeño'', enviado.


Acto seguido, cogí una foto del bolsillo, la miré, y la apreté con todas mis fuerzas, y con gran pesar, miré al horizonte, al Sol, a aquél Sol que había iluminado los días más bonitos de mi vida, miré hacía bajo y se acabó… lo único que recuerdo es mucha claridad, y estar con mi familia por y para siempre, protegiéndolos aunque ellos no me vean.

Esto va dedicado a todos y cada unos de los que murieron el día 11 de Septiembre del 2001, por ellos y para sus familias. RIP.

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